miércoles, 2 de junio de 2021

La Federación Provincial de Sociedades de Las Villas (1943-1959): consideraciones para su estudio

 

Autora: MSc. Yanet Martínez Flaqué

En el complejo y dinámico entorno de las relaciones interraciales en Cuba la coyuntura creada en el país a partir de la convocatoria a la Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva carta magna_ la Constitución de 1940_ marcó el inicio de una nueva etapa en la lucha por la igualdad racial. La alianza política con el Partido Comunista, líder en la lucha contra la discriminación y la actividad desplegada por las distintas asociaciones negras centrada en la necesidad de la intervención estatal para la solución de la problemática segregacionista constituyeron importantes pautas en el proceso.

En tal sentido, el asociacionismo negro asumió nuevos retos en su organización y funcionamiento. La constitución de la Federación Nacional de las Sociedades de la Raza de Color representó un esfuerzo aglutinador de las distintas agrupaciones de este tipo en el país, que al propio tiempo, constituyeron federaciones provinciales para garantizar una mayor representación y desenvolvimiento en la sociedad civil de la época, incidir de manera efectiva en las decisiones gubernamentales a nivel regional y ser activos en el reclamo en torno a la elaboración y aprobación del aparato legislativo para combatir la discriminación.

Las complejidades y variaciones de los espacios regionales y locales son significativos para comprender a cabalidad la dinámica del proceso. Por ello es válido analizar las manifestaciones del asociacionismo negro en Las Villas a partir de la década del 40 del siglo XX, una de las regiones del país donde con más fuerza se manifestó la discriminación racial.

Dicho proceso estuvo marcado por la organización y funcionamiento de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas, agrupación representativa de las sociedades negras de la región. La institución villareña además de responder a las necesidades de unidad en la lucha contra la discriminación racial promovida a nivel nacional en el contexto de un nuevo orden constitucional,  significó la reorientación funcional y discursiva de las agrupaciones negras de la región tras la intervención de varias de ellas por las manifestaciones de apoyo a la dictadura de Gerardo Machado durante la década del 30 del pasado siglo.[1]

De ahí que se torna significativo para el desarrollo de la investigación indagar en la estructura organizativa de la institución provincial. La aproximación a la organización, funcionamiento y estrategias discursivas de las diferentes agrupaciones que conformaron la federación permitirán explicar entre otras cuestiones por qué no siempre la institución provincial representó las aspiraciones de la mayoría del pueblo negro. Igualmente, posibilitará develar por ejemplo, las razones por las que la sociedad de instrucción y recreo de la ciudad de Santa Clara El Gran Maceo, de marcado reconocimiento en la sociedad civil de la época, representante de la pequeña burguesía negra de la ciudad, que fungió en los inicios de la institución provincial como su sede provisional se desvinculara de la misma a partir de 1953.[2]

Dicha cuestión constituye una pauta importante en el análisis de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas como parte de la dinámica del proceso asociativo en el espacio regional villareño. Si bien la determinación de la asociación El Gran Maceo de desvincularse de la federación provincial tuvo puntos de contactos con la estrategia desplegada por el Club Atenas[3], importante sociedad negra de la capital del país, activa en la movilización ciudadana contra la discriminación y defensora de los intereses del sector pequeño burgués negro; resulta esclarecedor indagar en las particularidades regionales, tanto a nivel de las estrategias discursivas de la agrupación maceísta como en el ámbito de su  desenvolvimiento en la sociedad civil villareña.

Todo ello permitirá valorar el funcionamiento del organismo provincial teniendo en cuenta su participación y activismo en la sociedad civil de la época, a tono con las estipulaciones y la movilización promovida por la institución de igual tipo a nivel nacional, pero con las características propias de un espacio de sociabilidad formal que acorde a la coyuntura regional optó mediante diferentes estrategias por la defensa del negro cubano y sus derechos.

En correspondencia con la dinámica de funcionamiento de la federación nacional, la institución provincial se constituyó en la ciudad de Santa Clara el 15 de agosto de 1943, en el local de la sociedad de instrucción y recreo El Gran Maceo[4] bajo la denominación de Federación Provincial de Sociedades Negras de Las Villas. Según consta en el acta de la sesión plenaria celebrada el 10 de marzo de 1944, el organismo varió su denominación inicial por la de Federación Provincial de Sociedades de Las Villas[5], a tono con las estrategias desplegadas por la dirección nacional de la Federación de Sociedades Cubanas como se explicó con anterioridad.

Con respecto a las particularidades de la creación de la Federación Provincial existen referencias documentales que permiten establecer vínculos estratégicos entre la constitución de la institución y un movimiento en homenaje a los candidatos negros de los partidos políticos postulados para las elecciones de 15 de marzo de 1942. El mismo fue secundado por un grupo de sociedades negras de la región,[6] todas integrantes un año después de la Federación Provincial de Sociedades Negras de las Villas, en nombre de las aspiraciones y necesidades de las masas negras y de toda “la población progresista de Las Villas.”[7] 

Esos vínculos estratégicos se refieren, sobre todo, a la lucha por la unidad de los negros y por la obtención de la legislación complementaria de la Constitución del 40 para materializar las reivindicaciones del negro cubano contenidas en la carta magna; cuestiones significativas que conformaron el discurso de la federación. Por ello se puede pensar en dicho movimiento como un antecedente en la constitución del organismo provincial acorde a la situación socio-política regional, cuestión en la que se debe aún indagar con mayor profundidad.

Con respecto al funcionamiento de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas resaltan las estrategias discursivas desplegadas acorde a las diferentes coyunturas. El análisis de su discurso visto como “juegos estratégicos de acción y reacción, de preguntas y respuestas, de dominación y evasión, así como de lucha,”[8] permite valorar su activismo en la sociedad civil, las aspiraciones que representaron y los intereses sectoriales que defendieron en el complejo entramado de las relaciones interraciales en la región y en el país en sentido general.

Dichas estrategias se encaminaron a incidir en las decisiones políticas y gubernamentales para la materialización de la legislación complementaria de la Constitución de 1940 acorde a las particularidades del nuevo contexto de lucha antirracista donde la dirigencia política e intelectual negra consideró necesaria la participación del Estado para eliminar de manera real las diferencias con respecto a los blancos. Al respecto, por solo citar un ejemplo, se inscribió como parte de las acciones desarrolladas durante el año 1951 la acción de dirigirse a “todos los Ayuntamientos y Alcaldías de la Provincia interesando adoptaran decisiones favorables a la Ley de Acusación y Sanciones contra la discriminación racial y que en igual sentido se dirigió a todas las sociedades federadas para que se dirigieran a los Presidentes de la Cámara y el Senado (…)”[9]

En su lucha por la igualdad racial, la institución desplegó como parte de sus estrategias discursivas la condena enérgica a todo acto discriminatorio en los diferentes espacios de la sociedad civil de la región, la nación en sentido general e incluso en entornos internacionales. Ello trascendió si se tiene en cuenta que en la compleja dinámica de las relaciones interraciales en Cuba existieron sectores y sujetos sociales para los cuales la discriminación por criterios raciales no era una problemática sustancial de la sociedad cubana. Por tanto, el repudio a dichos actos se convirtió no solo en una vía para exigir su total eliminación sino también en la manera de reflejar la magnitud de la segregación existente.

Por ello, la federación fue activa en denunciar actos discriminatorios ocurridos en Estados Unidos a fines de la década del 40 del siglo XX, específicamente exigieron el “cese de las ejecuciones de los siete negros de Martinsville y de los seis de Nrentom (…)”[10] Ello representa una pauta importante a investigar con mayor detenimiento como parte del discurso de la institución si se tiene en cuenta la impronta de la nación norteña en cuanto a la discriminación racial. Significativa además para establecer los vínculos existentes en la lucha por la fraternidad y el respeto a los derechos de la población negra entre ambos países; de lo cual se tienen referencias documentales por las proyecciones de defensa de las masas negras que desarrolló el Partido Comunista en Cuba desde la década del 30 del pasado siglo.

Resulta importante además develar cómo la Federación Provincial pese a sus constantes declaraciones de desvinculación con la política y ajena a la “dependencia estatal” concertó importantes alianzas políticas, manifestó abiertamente sus consideraciones en torno a determinados procesos y coyunturas en dicho ámbito y encaminó la lucha contra la discriminación racial por la vía de ejercer presión sobre las diferentes instancias gubernamentales y estatales en sentido general. Todo ello como muestra del complejo entramado social republicano de la segunda mitad del siglo XX.

Por eso constituye otra pauta significativa a tener en cuenta para el estudio de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas como institución representativa de las sociedades negras de la región, activas en la movilización contra el racismo en la época referida, el análisis de su composición social. Ello permitirá comprender y valorar los intereses que mediaron ante determinadas coyunturas, así como los vínculos y alianzas establecidas con otras organizaciones y sujetos sociales.

Hasta el momento se ha podido constatar la presencia en el Comité Ejecutivo de la misma durante buena parte de sus años de funcionamiento de figuras relevantes en la región por su accionar político e intelectual. Entre ellas, Celestino Hernández Robau, médico cirujano encrucijadense que se destacó en la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado e integró importantes organizaciones revolucionarias como el Ala Izquierda Estudiantil y el Partido Comunista. Como militante comunista fue procesado en dos ocasiones por el Tribunal de Urgencias perteneciente a la Audiencia de Las Villas por distribución y posesión, respectivamente, de propaganda subversiva.[11]   

Igualmente, José Felipe Carneado, abogado, natural de Sagua la Grande, destacado militante comunista que en el contexto de los años 40 del siglo XX a petición de la dirigencia de dicho partido asumió las tareas de asesoría legal de organizaciones obreras y campesinas y la representación ante los tribunales de activistas sindicales procesados por sus luchas sociales. Se desempeñó además como corresponsal de publicaciones periódicas del alcance del diario “Hoy” y durante los años siguientes al golpe de estado de 1952 residió clandestinamente en La Habana donde laboró vinculado a la publicación Carta Semanal fundada por el Partido Socialista Popular para dar a conocer las actividades de organizaciones revolucionarias que la censura prohibía publicar.

El estudio a profundidad de la impronta de éstos y otros de los integrantes de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas contribuirá también al análisis de la dinámica del asociacionismo negro en la región, en tanto evidencia las filiaciones políticas, las relaciones sociales y el pensamiento que se generó a partir de la institución en torno a la desigualdad racial y a los destinos políticos de la nación en sentido general.

En una nueva coyuntura para la lucha contra el racismo, las asociaciones negras villareñas, asumieron el reto de una transformación organizativa de sus espacios de sociabilidad formal, generaron un discurso dirigido a involucrar de manera real al Estado en la erradicación de las diferencias por criterios raciales, por lo que se pronunciaron políticamente acorde a las distintas circunstancias nacionales y regionales y a las alianzas que se establecieron para el logro de una real y efectiva inclusión socio- racial.

Por tanto, la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas constituyó una fuerza activa en la lucha por el progreso ciudadano de los negros cubanos en la segunda mitad del siglo XX. Significó además, fuente de expresión del pensamiento y la acción política, social y cultural de una parte de la población negra de la región inmersa en las complejidades y variaciones de la sociedad civil republicana de la época. 

[1] Por citar solo un ejemplo, las asociaciones La Bella Unión y El Gran Maceo de la ciudad de Santa Clara fueron intervenidas en septiembre de 1933 ante el derrocamiento del régimen de Gerardo Machado

por el Comité Pro- reorganización de las sociedades negras de Santa Clara. Según consta en la escritura notarial número 173 del abogado Arturo Anido Artiles dicho comité dispuso la toma de posesión de las sociedades referidas y el cierre de sus respectivas secretarías hasta que hicieran entrega oficial los miembros de sus directivas. En: Martínez Flaqué, Yanet. El asociacionismo negro en Santa Clara. El Gran Maceo (1899-1933)/ Yanet Martínez Flaqué;  Wilfredo Falcón Quintero, tutor. __ Tesis en la opción al título de Máster en Estudios Interdisciplinarios en América Latina, el caribe y Cuba. Universidad de La Habana, 2018. __ 90 h.

[2] En la documentación que contiene el fondo Registro General de Asociaciones del Archivo Histórico Provincial de Villa Clara sobre la organización y funcionamiento de la Federación Provincial de Sociedades de Las Villas consta el año 1952 como fecha extrema final en la participación de El Gran Maceo como sociedad federada a dicha institución.

[3] El Club Atenas, pese a su lucha por la igualdad racial no se adhirió a la Federación Nacional de Sociedades Negras, entre otras razones por considerar que la calificación de “sociedad negra” incidía negativamente en el “espíritu integrador de un solo núcleo nacional.” Cuando la federación tomó el acuerdo de sustituir el término negra por cubana (Federación Nacional de Sociedades Cubanas) el Club Atenas la apoya en determinadas actividades o contextos, pero tampoco se integra a la misma. Aunque con intereses comunes en torno a la lucha contra la discriminación, ambas organizaciones defendieron determinados intereses que limitaron las posibilidades de adhesión de una con respecto a la otra. Sobre el tema ver: Montejo Arrechea, Carmen. El Club Atenas. Contexto y propósitos/ Carmen Montejo Arrechea. __ La Habana: Centro de Investigaciones de la Cultura Cubana Juan Marinello.

[4] Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Registro General de Asociaciones. Acta de constitución de la Federación Provincial de Sociedades Negras de las Villas. 15 de agosto de 1943. Legajo 2. Expediente 11.

[5] Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Registro General de Asociaciones. Acta sesión plenaria especial de la Federación Provincial de Sociedades Negras de las Villas. 10 de marzo de 1944. Legajo 2. Expediente 11. Folio 122.

[6] Aparecen como firmantes de la proclama resultante las siguientes sociedades negras: Minerva, Cienfuegos; Unión Sagüera, Sagua la Grande; La Fraternidad, Esperanza; Renovación Social, Cifuentes; Quince Amigos, Camajuaní; Gran maceo, Santa Clara; Treinta Amigos, Caibarién; Unión Club, quemado de Güines, Gloria de Maceo, Calabazar de Sagua; Flor Crombet, Manicaragua; Renacimiento, Isabela de Sagua y Liceo, de Sancti Spiritus

[7]Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Audiencia de Las Villas. Proclama impresa “A las sociedades negras y a toda la población negra de Las Villas”. Legajo 7. Expediente 158.

[8] Barcia Zequeira, María del Carmen. Capas populares y modernidad en Cuba (1880- 1930). —La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 2009. — 48-49p.p.

[9] Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Registro General de Asociaciones. Acta sesión plenaria de la Federación Provincial de Sociedades Negras de las Villas. 20 de julio de 1952. Legajo 2. Expediente 11. Folio 59.

[10] Los sucesos mencionados tuvieron lugar en Estados Unidos, en la década del 40. En el caso de las ejecuciones de Martinsville, Virginia se relacionaron con la condena a 7 hombres negros por violar a una mujer blanca casada de 32 años. Al respecto es necesario indagar con mayor profundidad.

[11]Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Audiencia de Las Villas. Juicio contra Celestino Hernández Robau, Luis Touza Gean y otros por distribuir propaganda subversiva. 1935. Legajo 4 Expediente 98; Juicio seguido contra Celestino Hernández Robau y José Felipe Carneado por ocupársele propaganda subversiva. 1953. Legajo 9 expediente 222.

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